martes, 24 de mayo de 2016

MÁS AJUSTE, MÁS REPRESIÓN: MÁS ORGANIZACIÓN, UNIDAD Y LUCHA

Florencio Varela, 24 de mayo de 2016

MÁS AJUSTE, MÁS REPRESIÓN: MÁS ORGANIZACIÓN, UNIDAD Y LUCHA


El gobierno de Mauricio Macri mostró desde los primeros días su cara neoliberal: con la brutal transferencia de ingresos desde los sectores populares hacia las clases dominantes, devaluación mediante y la quita de retenciones al sector agrario y de los impuestos a la mega-minería. Luego vendría el arreglo escandaloso con los fondos buitres, la escalada inflacionaria que licúa el salario de los trabajadores, los despidos de empleados públicos, juzgados con el canallesco adjetivo de “ñoquis”, bajo el eufemismo de modernizar al Estado (que no significa otra cosa que desmantelar la estructura del Estado para intervenir en la vida socioeconómica del país). Sumado a eso, el rápido proceso de deterioro de la actividad económica, la pérdida de poder adquisitivo, los tarifazos de los servicios (electricidad, gas y agua) y la entrada de productos manufacturados importados que compiten con la producción nacional, determina que tempranamente comiencen las suspensiones y los despidos en el sector privado. Consultoras independientes aseguran que son alrededor de 150 mil los despedidos desde que asumió Cambiemos y lo peor es que la realidad económica no muestra indicios de que esta tendencia pueda revertirse… más bien todo lo contrario. Las paritarias de principio de año, revelaron recomposiciones salariales a la baja salvo honradas excepciones como la de Aceitero y Bancarios. En la mayor parte de los casos el aumento fue mucho menor a la inflación interanual. Más aún, el veto presidencial a la LEY sancionada por el congreso contra los despidos muestra a las claras cual es el paradigma del “cambio” que están dispuestos a llevar a cabo los Macri, los Sturzenegger y los Pratt Gay, entre otros.
El ajuste con sangre entra
No contentos con las medidas económicas, el gobierno de Macri mostró desde el primer momento su faz represiva con un intento de hacer funcionar el famoso “protocolo antipiquete” que se desplomó ante las masivas protestas y represión policial en varios puntos: a municipales despedidos en La Plata, a niños durante el carnaval dentro de una villa de Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, donde se observa mayor impunidad para llevar a cabo maniobras represivas es en el interior. Los docentes Santiagueños han sufrido varias veces la persecución policial y el accionar de patotas comandadas por punteros del Zamorismo (aliado predilecto del kirchnerismo). En Santa Cruz varias fueron las apretadas llevadas a cabo contra las protestas de estatales y en el día de ayer, la policía de Tierra del Fuego reprimió a un grupo pequeño de maestros que protestaban en la puerta de un colegio donde se encontraba presente el ministro de educación provincial Diego Romero. Esto en el marco de los 85 días de huelga por parte de un conjunto de Sindicatos ante las tremendas medidas de ajuste que descargó la gobernadora Bertone (perteneciente al FPV) sobre trabajadores y jubilados. Días antes, la justicia había detenido a los secretarios generales de los principales gremios en lucha, en un operativo nocturno, utilizando fuerzas desmedidas y con tácticas dignas de la dictadura militar. Como podemos observar el gobierno de Macri y sus aliados, (incluidos los gobernadores del Frente para la Victoria que vociferan críticas al gobierno nacional pero que utilizan los
peores métodos represivos y de ajuste económico en sus propios distritos) utilizan las mismas recetas de siempre: ajuste económico, transferencia de ingresos a los sectores concentrados de la economía y represión de baja o alta intensidad, de acuerdo a las circunstancias.
Enfrentemos unidos el ajuste y la represión
Ya van décadas de ajuste y los trabajadores hemos aprendido algunas lecciones sobre cómo deben ser nuestras formas de organización. El brutal ajuste provocó que las burocracias sindicales de las distintas facciones de la CGT y la CTA comenzaran un proceso de unidad para enfrentar este avance sobre los derechos de los trabajadores. Si bien debemos aprovechar esta coyuntura para unificar la lucha desde abajo, nada debemos confiar de estos personeros de la derrota. Son los mismos que transaron con el menemismo la entrega de las empresas del estado en los 90’… son los mismos que callaron y fueron cómplices de la política de precarización laboral y de extranjerización de la economía del país durante la última década. Muchos de ellos transformados en empresarios mafiosos que degradan la herramienta sindical de acuerdo a sus intereses personales. Otros simples títeres del poder que no pueden más que pedir permiso y arrodillarse ante los gobernantes de turno: como Baradel y la lista celeste del Suteba, que parecen tener temor de enfrentarse a la ajustadora Vidal, dilatando el enfrentamiento directo, retaceando las medidas de fuerza, evitando organizar a los compañeros escuela por escuela, declamando la unidad pero cortándose solos y provocando el desconcierto.
Desde la Lista Marrón sabemos que podemos enfrentar el ajuste si logramos unidad desde abajo. Las seccionales Multicolores del Suteba son un polo de referencia. Como ejemplo, el Suteba Bahía Blanca en manos de dirigentes combativos viene desarrollando desde hace más de 8 años una política de unidad con trabajadores estatales, pero también con gremios privados para enfrentar el ajuste y el vaciamiento de la escuela pública. Sabemos que la tarea es ardua pero creemos que estamos a tiempo de organizarnos con nuestros compañeros, con nuestros alumnos y sus familias, haciendo de las escuelas ámbitos de discusión y de participación, para luego volcar en la calle como lugar privilegiado de la lucha, el esfuerzo denodado de la construcción colectiva.