sábado, 9 de septiembre de 2017

¿Por qué las/os docentes no solo podemos, sino que debemos hablar de política en las escuelas?

A pesar del sentido común que debería bastar para entender la educación como un todo mucho más complejo y abarcativo que la instrucción en conocimientos específicos, las campañas políticas y mediáticas del actual gobierno intentan instalar una censura pedagógica desde la opinión pública. Más allá de los sobrados argumentos que podemos dar en torno a nuestro rol como educadores y los derechos de niños/as y jóvenes, contamos con herramientas legales para rebatir las acusaciones y los intentos por coartar la libertad de expresión en las escuelas.


En primer lugar,  cumplimos con los principios de la Ley Provincial de Educación, que prescriben como política de estado:"Asegurar una educación para todos los alumnos que favorezca la construcción de un pensamiento crítico para la interpelación de la realidad, su comprensión y la construcción de herramientas para incidir y transformarla." (Ley Provincial de Educación, Cap. 2, Art. 16).


Por otro lado, el marco general de la Escuela Secundaria presentado en el año 2007, aún vigente, expresa que “…los nuevos diseños curriculares elaborados a partir de la Ley de Educación Provincial Nº 13.688 (…) se asumen como comunes, prescriptivos, paradigmáticos y relacionales.”  Y especifica:
“…son paradigmáticos porque centralizan una serie de conceptos que, al articularse, entretejen nuevos sentidos, enmarcando, direccionando y fundamentando la totalidad de la propuesta político-educativa. Los conceptos que se desarrollan articuladamente en este marco general son: inclusión, interculturalidad, justicia, sujeto pedagógico, enseñanza, ciudadanía, trabajo, ambiente, saberes socialmente productivos. (Estos conceptos paradigmáticos son compartidos por todos los niveles educativos. Cada diseño curricular incorpora otros específicos del nivel.)”


Otro marco legal que nos respalda es el Plan Educativo Jurisdiccional del año 2013, que marca como unos de sus principios "El enfoque de derechos" y "Memoria e identidad" para proyectar y ejercer nuestras prácticas en el aula.


Esto quiere decir que cada docente de cualquier espacio curricular debe trabajar ejes tales como “justicia” o “ciudadanía”, de manera inherente DERECHOS HUMANOS, y por qué no entonces, protesta social, democracia y rol de las fuerzas armadas, entre otros temas. 
No solo los paradigmas nos avalan, también la característica relacional de los diseños que explicita el carácter social de la educación, adoptando “una concepción relacional del sujeto pedagógico”, entendiendo que se educa y se aprende a partir de la interacción en el diálogo y la práctica cotidiana de los sujetos sociales (históricos e interculturales).

Desde nuestras clases, nuestros vínculos con las/os estudiantes y el marco legal que nos rige, debemos hablar de política (no partidaria) para entender la realidad en que vivimos, invitar a la reflexión y el debate, promover el pensamiento crítico, fomentar la participación democrática y formar sujetos pensantes. ¿Será esto, acaso, lo que tanto se teme?


Lista Marrón – SUTEBA Florencio Varela.

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