miércoles, 1 de noviembre de 2017

EL ENCUENTRO COLECTIVO DOCENTE EN EL ENCUENTRO NACIONAL DE MUJERES

¿Quiénes somos? 
Agrupaciones docentes parte del Encuentro Colectivo Docente de la provincia de Buenos Aires. Formamos parte del Encuentro Colectivo Docente, espacio provincial que encuentra a más de 20 agrupaciones sindicales docentes del SUTEBA en distintos distritos. Hace 10 años construimos espacios pluralistas, horizontales, tomando la democracia de base como principio independiente de los partidos políticos que nos gobiernan. Pensamos colectivamente qué tipo de sindicato y escuela queremos. Como trabajadoras de la educación asumimos nuestras intervenciones desde un enfoque político-pedagógica-sindical desde una perspectiva de género.
Como trabajadoras de la educación vemos importantísimo darle a nuestra intervención política-pedagógica-sindical una perspectiva de género, entendiendo por género a una construcción socio-histórica que asigna conductas, roles, costumbres y mandatos  a las personas según su sexo biológico.
Tener una perspectiva  de género significa hacer un análisis diferenciado de la situación de las mujeres y los varones que nos permitirá reconocer que ambos tienen necesidades diferentes y específicas, ya que las mujeres representamos una categoría discriminada y desfavorecida en relación con los varones. También nos permite reconocer otras identidades de géneros, y orientaciones sexuales también discriminadas y desvalorizadas socialmente. Asumir una perspectiva de género significa analizar la realidad a partir de las múltiples opresiones que viven las múltiples identidades sexuales como producto del sistema patriarcal en el que vivimos.
A lo largo de nuestra existencia la sociedad impone, a través de sus agentes socializadores (la escuela es uno de ellos), roles a cumplir que abarcan todos los aspectos y ámbitos de la vida tanto "privada" como "pública". En nuestra sociedad patriarcal se nos socializa naturalizando las relaciones de dominación de los hombres sobre las mujeres y otras identidades. Las instituciones en general y la escuela en particular imponen estereotipos, conductas, creencias según el sexo, abonando a la reproducción de las múltiples violencias que se expresan en lo cotidiano en las aulas, las calles, los barrios, la casa. Por eso, nuestra lucha es como mujeres pero también como trabajadoras de la educación, ya que la escuela es un lugar principal de socialización de niñxs y adolescentxs. Consideramos imprescindible la perspectiva de género en este ámbito para construir la educación como una herramienta de transformación y no de disciplinamiento social con el objetivo de vivir en una sociedad más justa sin explotación y opresiones.

“Somos mujeres, trabajamos como docentes y no aceptamos ser “señorita maestra” si eso implica que nuestro cuerpo es asexuado, sin deseo y entregado a una tarea que es nuestro trabajo. Queremos que la profesión que elegimos se entienda como lo que es: un trabajo y no una tarea que “ayuda” a la economía del hogar donde debiera  haber un varón proveedor. Queremos que se sepa que si en nuestro trabajo ocurre la singularidad de que cuidamos de nuestros alumnxs, eso no sucede por ser mujeres sino por solidaridad con quien establecemos una relación intelectual y de afecto.”


Situación en educación y en el gremio: 
¿Por qué callar si nacimos gritando?    
Aunque nos siguen llamando LOS docentes la mayoría somos MUJERES. Ocho de cada 10 docentes somos mujeres, y esta gran representatividad no se expresa en nuestras dirigencias sindicales. La desigualdad y violencia que sufrimos las mujeres se da donde desarrollamos nuestras relaciones interpersonales: en la familia, el trabajo, el espacio público, etc.
Las docentes, como todas las mujeres, tenemos doble jornada laboral (a diferencia de nuestros colegas varones), ya en nuestra casa caen sobre nosotras las responsabilidades y ejecución de las tareas domésticas, tanto de cuidado  de niños y niñas, como de las personas mayores. ¿En qué momento una maestra con doble cargo, puede descansar para recuperarse de la triple jornada laboral? Encima como docentes llevamos más tareas del trabajo a nuestras casas; porque no alcanza el tiempo en la escuela, realizamos planificación, corrección, formación etc., por fuera del horario laboral (horas que no están contempladas en nuestro salario, ni remuneradas). Las mujeres cobramos un 30% menos que los varones por igual tarea o cargo en cualquier rama de producción. 
En los espacios públicos, como los gremios, las estructuras sindicales son tradicionales y burocráticas con marcadas características patriarcales como el verticalismo y el caudillismo. Se construye la figura del DIRIGENTE SINDICAL (casi siempre varón) poniendo énfasis en el accionar individual por sobre lo colectivo. La figura del "Dirigente sindical" nos deja en un lugar para el cual no fuimos socializadas como mujeres trabajadoras y en el que estamos profundamente incómodas, nos cuesta ganar esos espacios. Esto no implica negarnos a asumir lugares de referencia/dirección sindical (en un momento en el que el sindicato que queremos no existe) o enojarnos y no dar los debates, sino precisamente desnaturalizar y ver qué tareas tenemos que darnos para transformar esos espacios y pensar en una intervención gremial feminista, lo cual implica construir nuevas prácticas pero también nuevos formatos para nuestros sindicatos. (Horizontales, pluralistas, colectivos)

Educación Nacional
El sistema educativo del que somos parte, se creó para normativizar y disciplinar, desde una perspectiva biologicista, con una visión parcializada y puntualizada (una clase, solo unx docente) por eso nuestra tarea es convertir la educación en una herramienta de transformación  muy valiosa.
Luchamos por la implementación efectiva de la ESI porque desde la escuela muchas veces se cae en pensar la sexualidad relacionada al peligro (embarazo, enfermedades, violación), se niega el placer y disfrute, se da por sentada la heterosexualidad y se discrimina de este modo (Heteronormativa). Sabemos que el patriarcado se impone a través de la socialización que recibimos. Nuestro rol como educadorxs es importantísimo para buscar la deconstrucción de masculinidad y feminidad hegemónica, habilitar a la construcción de múltiples identidades y desnaturalizar las relaciones patriarcales.
  
 ¿Por qué participamos del ENM?

*  Por  una educación pública  nacional, no dogmática, laica, liberadora con perspectiva de género.
*  Por una ley de Educación Sexual Integral amplia que contemple la multiplicidad de  géneros y el aborto.
*  Por el aumento nacional del presupuesto educativo.
*  Por un salario nacional docente equiparable a la canasta familiar.
* Por las pibas y pibes que faltan en las aulas, debido a la trata, la violencia institucional y el narcotráfico.
*  Por las mujeres que luchan día a día.
*  Por todas las mujeres, las que están y las que nos arrebataron.

¡GISELLE GIL PRESENTE!
¡Sin Giselle no hay ni una menos!  

No hay comentarios:

Publicar un comentario