domingo, 4 de marzo de 2012

Reivindiquemos la labor de los trabajadores/as de la educación

A raíz del último discurso presidencial, el conjunto de la docencia tenemos que aclarar y reivindicar algunas cosas:

• Nuestros dirigentes sindicales, que sobradas muestras de obsecuencia le mostraron al gobierno durante estos años, pidieron empezar a negociar en noviembre y recién fueron convocados en febrero, entorpeciendo el inicio de clases;

Tanto los maestros como los profesores no trabajamos sólo las horas que estamos en el aula, también lo hacemos por fuera de ese horario, preparando clases, buscando materiales de estudio, corrigiendo, sacando fotocopias, capacitándonos y estudiando, etc.;
No tenemos 3 meses de vacaciones, terminamos el año el 29 de diciembre y fuimos convocados a comenzar el 13 de febrero;

La propuesta del salario inicial fue de $2.800 para los maestros, de los cuales la mitad son cifras en negro y “gris”, achatando el escalafón y perjudicando el ingreso de l@s compañer@s jubila@s, cuando la canasta familiar según los datos del INDEC supera los $6.000;

Los docentes deberíamos aspirar a vivir dignamente con un cargo, para tener más energía en nuestras tareas educativas y poder dedicarle tiempo a nuestras familias y asuntos particulares;

• Múltiples son las razones que generan el ausentismo: un Estado que se ausentó en el sistema educativo por decenas de años y abandonó de la infraestructura escolar; políticas educativas erróneas, cambiantes y contradictorias que desmotivan y confunden los objetivos de la labor cotidiana, haciendo de la escuela un lugar de mera contención y no un lugar de aprendizaje y conocimiento; sobrecarga de funciones; comunidades educativas desvastadas por las sucesivas crisis que ponen a la escuela y a los docentes como última barrera de contención social; condiciones laborales que nos provocan distintas enfermedades como la afonía, estrés, etc. Si hay un uso desmedido de las licencias es porque hay una sobre exigencia para completar las suficientes horas como para procurar un sueldo digno.

Es cierto que no es el país de la carpa blanca, pero sí es el país del trabajo en negro y es el estado el primero que tiene a sus trabajadores en condiciones de ilegalidad. Es el país de las netbook y los libros, pero también el de la inflación por encima de los aumentos salariales. Si comparamos cómo están los sueldos en relación al 2001, La educación está sufriendo una transformación grave, donde el financiamiento va a las escuelas privadas y junto a éste, se van los hijos de las familias que pueden pagar. La cantidad de chicos que iban a escuelas privadas trepó del 26% existente en 2003, al 37,5 por ciento en 2011. En la época en que los niños necesitan más temprana socialización, los únicos jardines disponibles son los privados, por que los del estado no alcanzan.

Solo podemos entender que en esta transformación se proyecta un docente super explotado, que para tener un sueldo digno tiene que tomar más horas, sin reclamar. Una escuela pública reducida, sólo para el que no le queda otra opción.

El rumbo de la educación está en nuestras manos, a través de la decisión de todos los docentes y de hacer valer nuestro trabajo con un uso responsable de nuestro estatuto.

Apelemos a todo nuestro ingenio para RESISTIR Y DOBLEGAR esta maniobra gubernamental que intenta aislarnos de la comunidad. Estas horas difíciles requieren mayor PARTICIPACIÓN.
Pensemos nuevas formas de protesta que permitan que la comunidad nos brinde su apoyo. Creemos que no es casual esta embestida, Ello nos obliga a reaccionar con suma inteligencia. Sino, corremos el riesgo de facilitar el camino para ser flexibilizados mediante una reforma del estatuto. Debemos dialogar con los padres y alumnos para explicar nuestra posición y para que no sean sumados en nuestra contra. Explicar que no exigimos solamente aumento salarial, sino que también luchamos para tener mejores establecimientos, con todos los servicios y comodidades para la tarea educativa; concretemos lo que esté a nuestro alcance, se podrían realizar carteleras, inclusive con nuestros recibos de sueldo.

• Realicemos asambleas docentes en cada escuela, para decidir cómo sigue la lucha.
• levantemos nuevas formas de protesta que permitan que la comunidad nos brinde su apoyo.
• Abramos la discusión a los padres: realicemos charlas, carteleras, clases abiertas. Incluyamos la comunidad a los problemas de la escuela, del rumbo de la educación y de los salarios docentes, solo así tendremos la oportunidad de que no los sumen en nuestra contra.


LISTA MARRON, Unidad, Organización y Lucha.

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